lunes, 15 de junio de 2009 0 comentarios

ISRAEL KANTOR O EL REGRESO DE BENNY MORÉ




Tras una larga, penosa, inexplicable cura a la que fuera sometido durante los recalcitrantes años de la sociofobia marxistoide, el regreso del "bárbaro" Beny Moré a la cabeza de esa incunable constelación de intérpretes y creadores consumados del folclor isleño, se hace sentir de nuevo, refrescando los aires de la música caribeña.

Beny al igual que Machito, Miguelito, Bebo,Vicentico, Alfredo y Chucho Valdés, Israel López "Cachao", La Sonora Matancera y su incontable lista de gloriosos herederos, han retornado al fín a ocupar el inuestionable primer lugar del que desde los centros del poder político se les quiso borrar, al confundirse el ejercicio de su arte con el más perverso retrato del capitalismo. Decenas de ilustres gusanos del imperialismo yanki, errantes vagabundos que exhumaban su dolor de proscritos y el afilado metal de su exilio, han vuelto a escucharse y ya no solo en los programas de las madrugadas de la radio isleña sino hasta en los corredores de los centros de poder oficial.

No ha sido extraño que en su lento, irremediable, soberbio e inocultable retorno a las podridas leyes del mercado y creación de plusvalía, el régimen cubano haya decidido insertar buena parte de su estrategia de reconstruir los perdidos hilos del tejido social, retomando la música provinciana como un nuevo objetivo estratégico. Curiosamente, la "Nueva Trova", la denominada canción social y comprometida en la defensa del proyecto político del estado permanece en un plano distinto y reservada para los eventos políticos de masas. Mientras tanto se le abre una ventana de aire fresco para revivir el delicioso y ronco esqueleto de Compay Segundo paseándose a sus anchas por las calles de Santiago de Cuba, tanto como el abierto acceso a las viejas luminarias del Tropicana, de "Dos Gardenias" para continuar tratando de adecentar la herrumbre de persecuciones y destierros a que fueran sometidos por más de cuatro décadas.

Solo así puede explicarse esta salida a escena del lamentado Israel Kantor, al lado de viejas estrellas agrupadas en la Tropicana All Stars, las mismas que iluminaron el firmamento aquel amanecer de fin de año del cincuenta y ocho en La Habana y en eso llegó Fidel... y en verdad, se acabó la diversión. Y en medio siglo todo sigue igual como en los poemas de Miguel Hernández, uno de aquellos donde se mata la libertad solo para descubrir que sobrevive en las ondas de los aires.
lunes, 18 de mayo de 2009 0 comentarios

Bebo & Cigala - Lágrimas Negras (2003)



Este loco mundo de circunstancias inverosímiles, crea unos hechos del espíritu que de tiempo en tiempo, nos conmocionan. Para bien o para mal eso ha sucedido con esa impensada unión de un transhumante músico caribeño como el Bebo Valdez, alejado por medio siglo de su Cuba natal y anclado por los exilios que impone el amor y la guerra en la fría península escandinava y un muchachón flamenco de mirada sensual y de cante jondo como Diego El Cigala. En la historia de ésta grabación hay mucho de casual y mágico, de eso que llaman la química de los sentimientos, cuando nadie entiende cómo ni por qué se confabulan las constelaciones para que algo grandioso suceda.

"Lágrimas negras", por ejemplo, en esa fusión transfixiante de nuestro son eterno, santiaguero, caribeño, pleno de tumbaos y pregones que nos identifican con lo inimitable del trópico, de pronto asciende las gradas hacia unas alturas nuevas, de concierto formal, bajo el arpegio hechizo del Bebo con sus inmensos dedos de tabaco Piñareño, aupado por la creatividad de Paquito de Rivera en su saxo y luego se desgrana este chico extraño, para contarnos con su ronca voz de pitillero irremediable que "...allá en el guadalquivir, la gitana lava, los niños en la orilla viendo los barcos pasar...." una deliciosa canción popular, adquiere una dimensiones de danza sonera.

Sin embargo, lo que sucede en "Niebla del riachuelo" merece un reconocimiento especial. ¿Por cuántos años escuchamos este tango con alma de bolero del desarraigo, sin entenderlo, sin vivirlo, sin amarlo? La versión adquiere un dramatismo sublime y constituye una pieza indefinible entre la plástica y la eufonía. El acompañamiento del Bebo es sobrio, tal como si estuviese en un bar de Marsella, Santodomingo, Nueva Orleans o el eterno puerto de Buenos Aires. Y el violín ¿ Por quien llora ese violín? , decía una tarde Piazola. Ese violín, como las campanas de Hemingway, dobla y llora por tí, para recordarnos que el amor es una tierna pesadilla de la cual no quisièramos salir nunca.

Todo en ésta pequeña obra resuma una nostalgia ajena y una culta bohemia premonitoria de no se cuantas horas de contemplación. Esta deliciosa colección debe compartirse, y es la mejor manera de comprender, que aunque no hay nada nuevo bajo el sol, hay veces que hasta el sol prolonga sus nadires para contemplar cosas nuevas sobre la vieja tierra. Seguramente que todos los pergaminos de Bebo como guarachero, sonero y guaganconero no son suficientemente conocidos en Europa, como no lo eran hasta hace poco Rubén González o Guillermo Rubalcaba. De este lado del ritmo tampoco sabíamos mucho de Cigala. Pero España nos llega. Su arte nos conmueve, nos entusiasma. Penetra en nosostros con pasión de daga y sentimiento de espina.


Lista de Canciones:


1. Inolvidable
2. 20 años
3. Lágrimas Negras
4. Niebla del riachuelo
5. Corazón Loco
6. Se me olvidó
7. Vete de mí
8. La bien pagá
9. Eu sei que vou te amar

Croniquillas
martes, 5 de mayo de 2009 1 comentarios

¿HAY BOLAS DE NIEVE EN GUANABACOA?



- “Mamá… a la negrita
Se le salen los pié e la cunita
Y la negra Mercé….
Ya no sabe que hacé…
Tu drume negrita,
Que yo va comprá nueva cunita
Que va tené capité
Que va tené cascabel.
Si tu drume yo te traigo un mamey bien colorao
Y si no drume yo te traigo un babalao
Que va ¡pau…pau…!
Tu drume negrita
Que yo va comprá nueva cunita
Que va tené capité
Que va tené cascabel”.

¿A quien se le puede ocurrir que en las viejas cabañas de un pueblo envuelto en la bruma de un mágico historial, se encuentra un sólido negro sentado al piano interpretando canciones de cuna, y nanas de negros, plenas de esa dulce picardía africana que envuelve las profundas vivencias esotéricas y sincréticas que conviven en Cuba?

Ignacio Jacinto Villa Fernández, el nene grande de Guanabacoa, hijo de una negra de budeque (tuvo trece hijos) la tierra donde los "babalaos" se dan silvestres y en cada casa sobrevive un almendro o un palo de mango bajo el cual se dan conciertos de bongó o exhuberantes ceremonias de la cultura lucumí, ritos de burundanga y de "limpieza" e invocaciones espirituales a los orichas, hizo de su peculiar y auténtico estilo de vocear como negro las creaciones de los grandes compositores cubanos de la época como Ernesto Lecuona, Maria Grever, Eliseo Grenet ( de quien inmortalizó su delicioso "Vito Manué, tu no sabe inglé") y sus propias composiciones como "Drume negrita, Ay mamá Inés, Carlota ta mori, Messie Julian, Mamá Perfecta, Espabilate" un raro, exótico, inusual coctel que le abrió escenarios en una desmesurada carrera signada por éxitos inverosímiles en América, Europa y Asia. Es de los pocos a quienes les cupo el honor llegar al Carnegie Hall y recibir ovaciones de tal magnitud, que los más empedernidos críticos de su vidriosa voz de tarro que parecía tener similitudes fonéticas con aquella disfónica y gutural de Satchmo (Louis Armstrong), acabaron adoptándolo como un verdadero fenómeno de lo negro.

Bola de Nieve es y será por siempre la antivoz, el más famoso cantante con peor voz que se haya escuchado, voz de "vendedor de duraznos y ciruelas" como él solía aceptar, con una discreta interpretación de los ritmos cubanos en su piano de estudio. ¿Pero, en dónde radicó ese intrigante, permanente matrimonio con el éxito? No cabe duda que en la magia de la autenticidad, en su loca vocación de negro, alegre, feliz de serlo, intérprete insaciable de su lenguaje de barriada y sentimientos genuinamente populares. No temió jamás a hacer el ridículo, cuando descubrió que ser auténticamente negro como le repetía su vecino Nicolás Guillén, era ser simplemente el mismo de ayer y siempre, el pregonero de las madrugadas en su suburbio habanero, el nieto de misiá tomaquina, ser vital y natural a pesar de la fanfarria de su vestido de frac con el cual lo ovacionaron en Madrid, Paris, Roma y Moscú.

Y pese a esa agreste ronquera de negra estirpe pudo contar con la admiración de Edith Piaf "el gorrión de Paris" quien se fascinó con su versión de "La vie en rose", así como la macondiana interpretación de "La flor de la canela" de Chabuca Granda , cuyo vals adquiere los ímpetus de un huracán caribeño en la voz de Bola de Nieve.

El mejor retrato de este ser excepcional que fué Bola lo hizo él mismo, unos dias antes de morir en México en 1971, cuando dijo: " Yo no canto canciones ni las interpreto. Yo soy la canción"

Los invito a recordarlo con aquel:

- “Alma mía.
Sola. Siempre sola.
Sin que nadie comprenda tu sufrimiento, tu horrible padecer.
Fingiendo, una existencia, siempre llena, de dicha y de placer…
Si yo encontrara un alma, como la mía…
Cuántas cosas secretas le contaría
Un alma que al mirarme sin decir nada
Me lo dijese todo con su mirada…
Un alma que al besarme con suave aliento
Al besarme sintiera lo que yo siento
A veces me pregunto qué pasaría
Si yo encontrara un alma como la mía”.-
O qué tal aquel: "Yo soy negro social, soy intelectual y chic...
y yo fuí a Nueva York, conozco Broadway, Paris.
Soy artista mundial y no digo mas: cha..chá.
Yo, que un dìa bailé en French, can can.
Cómo acabó en Broadway, mi bongó?
Y al volver al solar me han de llamar Messié.
Yo me llamo Julian Martinez Vidal y Ruiz
y se me orvidó que en Cuba yo fuí futí
Fui el gran gentleman de blondas allá en Paris
y hasta en haligoon yes, tes, oui, oui.
yo soy messie, pero messié, Julian
yo soy messie, pero messié, Julian
Martinez, Vidal y Ruiz!!"
sábado, 18 de abril de 2009 0 comentarios

LAS BATALLAS SE GANARON DESDE EL AIRE


“El hombre al perder su libertad, pierde su espíritu” (Homero)

En los primeros ochenta años de vida republicana, entre 1.819 y 1.899, Colombia sobrevivió a cuatro constituciones, tres golpes de estado y diecisiete guerras civiles, algunas regionales como “la guerra de los Supremos” que duró varias décadas y otras nacionales, como la que condujo hasta el poder al General Tomás Cipriano de Mosquera en 1.861 o la que terminó con la constitución de 1.863 y que en pleno Palacio de San Carlos, llevó a decir al presidente Núñez desde los balcones, después de la batalla de La Humareda, en 1.885: ¡”La constitución de 1.863 ha muerto!” E impuso la gran constitución de 1.886 que unificó al país a lo largo de más de 100 años. En el siglo XIX se peleaba todo el día y se descansaba en la noche, escribió un historiador de la época.

¡No bien había comenzado el siglo XX y nosotros ya llevábamos un año de una nueva guerra civil que duraría 1.000 días! Y en medio de esa inconciencia fratricida se perdió Panamá en 1.903, herida sin cicatrizar aún, por la cual empezamos a comprender que las armas de la república deberían tener un solo, legítimo e insobornable dueño: ¡el ejército nacional! Ahí radica la trascendencia de su fuerza histórica: mantener unida a la nación por la fuerza de la dignidad, más que por el poder de la fuerza.

A lo largo de la segunda mitad del siglo pasado, hemos vivido bajo esa aureola de pueblo indomable, sometido al fuego de la guerra: la violencia ínter partidista entre 1.930 y finales de 1.960; La guerra de guerrillas desde comienzos de los setenta hasta ahora y en medio de esa demencial y desgraciada situación, aparecen los bastardos más perversos del conflicto: paramilitarismo y narcotráfico.

Sin embargo, ¿habríamos alcanzado el punto de quiebre actual entre la desilusión y la esperanza, si no se hubiese cambiado el escenario estratégico del conflicto? ¿En donde radica el progresivo debilitamiento de la subversión y el agotamiento cada vez mayor del combustible que lo sostiene, como son los dólares de los narcóticos? La respuesta es una sola: decisión política inflexible e inequívoca de combatir y cambiar el escenario del conflicto.

La historia ha demostrado que a Napoleón Bonaparte y a Hitler no los derrotó Rusia sino el “General invierno”. A las FARC, M19, ADO, Quintín Lame, EPL, Corriente de Renovación, y todas las fuerzas combinadas del paramilitarismo y narcotráfico las fue aislando, debilitando, minando y consumiendo “la decisión nacional de derrotar el miedo a terminar la guerra”, la inteligencia convertida en la más poderosa arma existente en el conflicto y el increíble desarrollo alcanzado en el nuevo escenario de la guerra: ¡el aire!

Un ejército capacitado para efectuar rápidos despliegues operacionales, sin importar hora, lugar, distancias, compuesto por entrenados y altamente calificados soldados que integran batallones dirigidos por generales en traje de fatiga como el FUDRA, desarrolló en la última década operaciones más contundentes y proporcionalmente más gigantescas que las batallas del pasado siglo. La operación aerotransportada efectuada por el ejército para la recuperación de Mitú, la “Operación Fénix” del 1 de marzo de 2.008 en la cual se dio de baja al 2º comandante de las FARC, la Operación Jaque, que llevó a nuestra fuerza a dimensiones inimaginadas, llevó a decir a un ilustre vecino que nos creíamos “el Israel de Suramérica”. ¡Ojalá lo fuéramos!, ya que el ejército de ese pequeño país conformado por 300.000 efectivos, ha derrotado cinco veces ejércitos que suman más de tres millones de soldados, sin entrar a calificar las razones de dicho conflicto.

Nadie ama la guerra. Ni siquiera el Genio de América, Simón Bolívar quien vivió entre el delirio y la epopeya se atrevió a justificarla. Una tarde de agosto de 1.980 visité Ciudad Bolívar, la antigua Angostura, pequeña villa de aire colonial español construida al otro lado del majestuoso puente sobre el Río Orinoco. Cuando recorría sus corredores, construidos en ladrillos brillantes como de arte mudéjar, encontré grabados en sus muros la respuesta a los interrogantes que hoy nos hacemos sobre las armas y la guerra. La voz del Libertador resonaba en mi corazón con estruendos de tambores y trompetas de combate:

- “¡Un pueblo ignorante y vicioso es un instrumento ciego de su propia destrucción!”.

Más adelante estaba escrito en su cursiva letra construida sobre pergaminos amarillentos:

- “¡La libertad –dice Russeau- es un alimento suculento pero de difícil digestión!”

Hoy, cualquier colombiano del montón respira aliviado cuando ve pasar un MI 17, se siente confiado cuando oye de los contundentes golpes que consiguen los Black Hawk UH60 , lee sobre las operaciones que cumplen los viejos DC3 convertidos en modernos aviones “fantasmas” o los nuevos supertucanos 29 A.
Pero esa tranquilidad es mucho más valiosa cuando se confirma que el ejército conserva el altísimo grado de credibilidad y respeto que lo mantiene al primer lugar de las instituciones más queridas por los colombianos.
jueves, 26 de marzo de 2009 0 comentarios

¿QUÉ PERMANECE OCULTO EN SICILIA ?



Es curioso, por decir lo menos, cuanto tiene de oculto el aire de ésta mediterranea isla de Sicilia, porque cuanto más distantes se encuentren de ella, quienes llevan oculto en sus genes como un polizonte innato: su aire, su nostalgia, las historias trágicas de su sentido de la vida y del amor, tienden a encontrarse a lo largo de la existencia en cualquiera de aquellos entrecruces de camino en que propicia sus encuentros.

Mario Puzzo, quien al final de sus dorados años no se cansaba de añorar los viñedos y olivares de la isla, cuya descripción enmarcando la existencia de uno de sus más connotados "hijos" Don Vito Corleone, le permitió amasar una descomunal fortuna, ató sin más premeditación que el placer de soñar a: Michael Corleone (Al Pacino) , Johnny Fontana (Frank Sinatra), Francis Ford Coppola, Don Costa y terminó enlazando toda una generación incursa en una nueva escala de valores y antivalores.

Don Costa, un bostoniano hijo de italianos llegados desde comienzos de la primera gran guerra, con el gene mágico de la composición oculto por años en los recovecos de la corteza de un cerebro organizado para la majestuosidad, habría de conocer primero el swing de Paul Anka y la sensual cadencia tropical de una voz latina como la de Eidy Gorme, antes de llegar a Paramount y toparse con el caballero dueño de "La Voz" (Frank Sinatra), otro portador del gene exótico. De ese corto circuito no podría acaecer más que sucesos que sobreviven al tiempo: arreglos únicos, una gradualidad y cadencia en los sonidos, que cada instrumento es apenas un leve, discreto, culto invitado a compartir instantes históricos en la sonografía del siglo XX. De esa maravillosa época, de los tiempos cuando "todos los hombres eramos hombres y las mujeres se divertían más", es ésta música.

¿Qué permanece oculto en Sicilia? ¿Cómo explicarse que un mafioso siciliano vaya al frente y conduzca el apoyo popular en su isla para propiciar el ingreso de los aliados en la ocupación de Italia? ¿Cómo entender que la más grande obra del arte cinematográfico del siglo XX, El Padrino, fuera una apología de los valores que se construyeron en torno al poder en dicha isla? Es cierto que en Sicilia "solo se vive dos veces", y que bajo ésta insólita percepción Nancy Sinatra tocada bajo la piel en sus raices sicilianas, hizo esa deliciosa versión para hacer más placentera la envidiable visión de la vida del Sr. James Bond?

Quiero ser uno de los voluntarios que irán a la isla para investigarlo. Y mientras ésto sucede, los invito a escuchar a Frank Sinatra y sus amigos, en especial Tonny Bennet, Bono y Charles Aznavour, bajo la batuta de Don Costa, con la certeza de que quienes me acompañen les será menos estresante oir de Irak, Wall Street, Bin Laden o Hamas. Los espero, para escuchar: Duets, The Best y Eydie Gorme en I feel so Spanish cuando recorre los cielos abiertos del Caribe de punta a punta haciendo inteligible nuestras concepciones de lo que es la Perfidia, Un telegrama, Adios, La Puerta, bajo la conducción sutil, jazzeada y por instantes convirtiendo su Gran Banda en una mariposa que aletea en nuestra percepción de lo que cadencioso y sensual.

Sinatra and Strings (1961)




Lista de Canciones:

1. I hadn't anyone till you
2. Night and day
3. Misty
4. Stardust
5. Come rain or come shine
6. It might as will be spring
7. Prisoner of Love
8. That's all
9. All or nothing at all
10. Yesterdays



Frank Sinatra - Duets (1993)


Lista de Canciones:

1. The Lady Is A Tramp (with Luther Vandross)
2. What Now My Love (with Aretha Franklin)
3. I've Got A Crush On You (with Barbra Streisand)
4. Summer Wind (with Julio Iglesias)
5. Come Rain Or Come Shine (with Gloria Estefan)
6. New York, New York (with Tony Bennett)
7. They Can't Take Away From Me (with Natalie Cole)
8. You Make Me Feel So Young (with Charles Aznavour))
9. Guess I'll Hang My Tears Out To Dry / In The Wee Small Hours Of The Morning (with Carly Simmons)
10. I've Got The World On A String (with Liza Minnelli))
11. Witchcraft (with Anita Baker)
12. I've Got You Under My Skin (with Bono)
13. All The Way / One For My Baby (And One More For The Road) (with Kenny G)

Croniquillas

martes, 24 de marzo de 2009 0 comentarios

VENEZUELA: EL REGRESO DEL CAUDILLISMO II

¿Qué enigma encierra la estela de sorpresas que deja el barco de Hugo Chávez? ¡Un mar de contradicciones! - responderá cualquier nostálgico de los tiempos de Caldera o Carlos Andrés Perez, cuando la democracia de Venezuela no estaba convertida en una caja de Pandora.

Para quienes seguimos el día a día de la Revolución Bolivariana, para quienes aún nos asalta la duda del perfecto equilibrio que debería guiar los actos de un verdadero Jefe de Estado, cada nueva "salida" de éste singular presidente latinoamericano, es como un espejo perfecto para ver la caricatura de nuestra propia realidad. En lo más íntimo de nuestra conciencia quisieramos encontrar en Chávez un átomo de certeza, una astilla de seguridad y no esa frágil y permanente demostración de un hombre que improvisa sobre la marcha la concepción de un estado igualitario, de un verdadero socialismo construido sobre las mejores virtudes de la sociedad como se percibe en la península Escandinava, en Noruega y Suecia. Pero todo es tan tropicalmente fatuo y estruendoso, que aún periodistas de la objetividad de John Anderson y hombres de la ponderación y respetabilidad de Teodoro Petkoff y el ex consejero Mickelena, no pueden ocultar la misma inevitable incertidumbre y verguenza que les provoca el histrionismo chavista.

La serie de reportajes que bajo la dirección de Ofra Bikel a continuación transcribo de manera textual, me confirman los conceptos vertidos en la primera parte de este largo estudio sobre "El último dinosaurio de los Andes".


jueves, 19 de febrero de 2009 0 comentarios

EL HELICOPTERO QUE LLEGO DEL FRIO


La relación de afecto existente entre el pueblo colombiano y el helicóptero, tiene caracteres viscerales, profundos. Difícilmente comparables a la existente en otras naciones que no hayan aprendido a sobrevivir frente a una naturaleza tan exuberante y un relieve indomeñable como el nuestro: selvas impenetrables desde tiempos inmemoriales, sierras y cadenas montañosas donde la mano del hombre apenas ha alcanzado a establecer leve dominio.

Recuerdo en los primeros años de la existencia, la llegada del presidente de la República al norte del departamento del Cauca. Fue a mediados de 1956, cuando arribó a la hacienda de San Fernando, en un helicóptero de reciente incorporación a la Fuerza Aérea. Miles de negros salieron a recibirlo y pese al estupor que produjo el aparato, pudo más la curiosidad colectiva al comprobar que existía un avión que “subía como los cuetes y volaba como los pájaros”. Aún así, la muchachada quedó fascinada con el vehículo en que llegó el Presidente más que por el ilustre personaje.

Sin embargo, un hecho heroico acaecido en el inolvidable verano de 1962, nos creó la conciencia de que el helicóptero estaba llamado a convertirse en el motivo de los sueños para los adolescentes de nuestro tiempo. En el montañero y refundido municipio de Bolívar, en pleno Macizo Colombiano, distante entonces 10 horas en carro desde Popayán por un carreteable hecho como para filmar “el salario del miedo”, se encontraba agonizante el anciano apóstol de la medicina doctor Felipe Castro, venerable y grande por mil merecimientos de una vida ejemplar al servicio de la humanidad. De pronto, dando una inolvidable demostración de coraje y audacia, un arriesgado piloto voló desde la capital del Cauca hasta Bolívar bordeando el cerro oscuro por la neblina que domina el pueblo y aterrizó en la pequeña cancha de futbol al norte de aquellos desfiladeros que circundan al viejo “Trapiche”. En pocos minutos organizaron una especie de camilla atada a los patines de aterrizaje, y el viaje sin retorno pudo llevarse a cabo. Mudos de admiración, quienes fuimos testigos de semejante locura, lo recordamos con profundo orgullo de colombianos. Increíblemente, el corazón del anciano alcanzó a llegar con latidos hasta el hospital universitario.

Muchos años después, un infierno desencadenado por la naturaleza inconforme produjo el desastre de Armero. Y fue la nueva oportunidad de reencontrarnos con la figura solidaria de los helicópteros de rescate de nuestras fuerzas armadas. Nunca fueron más admirados, nunca más bendecidos por millones de seres humanos que observamos conmovidos el épico combate contra el tiempo y las contingencias del desastre.

Lo demás es la epopeya de la nueva era, los recientes helicópteros dotados de sofisticado equipo que permiten efectuar operaciones nocturnas en ésta loca refriega de cuarenta años en que vivimos los colombianos, han demostrado a cada compatriota, desde el centro mismo de la capital hasta el más recóndito recoveco de nuestra geografía arisca, montañosa o selvática, que éste “compañero” está ahí, y en cualquier momento aparece para hacer la diferencia entre la soledad y la esperanza, entre la agonía y el olvido o entre la intimidación y la libertad que nos trajo la guerra, para decir: “aunque no nos vean, siempre estamos ahí” o repetir algo realmente fuera de toda ponderación: JAQUE!
domingo, 15 de febrero de 2009 1 comentarios

Dyango - Intimamente (2006)



Hay una carga dramática, pasionaria, vital, en todo lo que transpira alientos de Cataluña, Extremadura y Almería. En esa vieja raza indómita y regionalista que ha conservado su lenguaje como un herencia suprema que va más allá de los genes, España guarda un cofre inviolado que protege lo profundo de la existencia de pueblos con un sentido trágico de la vida. Pueblos por donde la desolación hizo camino "y pasó la guerra", la penúltima , aquella que abrió las venas entre hermanos de sangre.

Es inevitable recordar esa barbarie de la condición humana, para ingresar con respeto a la presentación de otro cantante septuagenario de la Cataluña eterna, que en la búsqueda de un nuevo aire para la existencia, se reencuentra con la inspiración de sentidos compositores latinoamericanos y españoles de ayer, hoy y siempre: Manzanero, Erasmo Carlos, Santos Discépolo, Lepera, Roberto Livi, Manuel Alejandro. Para nadie es un secreto que en Barcelona uno de los primeros referentes de cuanto tiene de evocador y comprometido lo ha asumido Serrat desde Tarija a Estambul "para que llenes de azul tus largas noches de invierno" como cuando hace referencia al Mediterraneo. Pero Dyango, pulsa otra cuerda de la existencia. Con él vibran cuerdas más íntimas, donde el amor y la ternura se tornan visibles, palpables, cercanos. En cada presentación, siempre de negro hasta los pies vestido, evoca canciones eternas del arrabal porteño o baladas jazzeadas donde un piano y un bajo le dan rigores de seducción a sus versiones de temas que fueron y siguen siendo grandes en sus versiones originales y alcanzan dimensiones innovadoras en su voz.

En su último recorrido por la América ha estado en los grandes escenarios de la Florida, ha cantado con el acompañamiento de la orquesta Filarmónica de Costa Rica en San José, con un mariachi en Buenos Aires. En su mirada de gitano encanecido, sobrevive el brillo maduro de los años en que uno recuerda haber musitado en un alma receptiva ese "...no ganas al intentar el olvidarme, durante mucho tiempo en tu vida, yo voy a vivir...."

miércoles, 11 de febrero de 2009 1 comentarios

ALVARO - URIBE CONFUNDIDOS EN LO FUNDAMENTAL



Si Alvaro Gómez se hubiese salvado de la conspiración urdida por la narcoparamafia que mandaba en el país, en los terribles días en que se decidió su asesinato, hoy a sus noventa años de edad, estaría aconsejando a Colombia sobre la conveniencia de volver a construir un nuevo ACUERDO SOBRE LO FUNDAMENTAL, principio elemental elaborado en su mentalidad de brillante estratega.

Han pasado catorce años de su inútil y cada vez más despreciable sacrificio y lo único que queda claro es que ésta nación sería otra si hubiésemos elegido a Alvaro en 1.986 o en 1990. Pero a los colombianos nos pudo más la consigna sectárea e irredimible del tripartidismo sembrado a lo largo de todo el pasado siglo, causante de gran parte de los males que nos aquejan y preferimos reeditar caudillos gastados y bribones audaces que se tomaron la nación a su antojo.
Sinembargo, ¡qué paradojas tiene la vida! Aquel viejo axioma, producto de sus cavilaciones cuando aseveraba que "Colombia es un país conservador que tiene la costumbre de votar por los liberales", o aquel gracejo tan evidente hoy como ayer de que "las encuestas son como las rellenas, que son muy sabrosas pero es mejor no saber como las hacen" se volvió más cierto que nunca después de su muerte. Los liberales, al igual que en los tiempos de Tomás Cipriano de Mosquera y de Rafael Nuñez, apoyaron un disidente de ideas tan conservadoras como las de Alvaro Gómez Hurtado y los copartidarios del malhadado dirigente, quienes solo se unían para estar en su contra, ahora lo hacen por quien mejor interpreta sus propuestas e ideas de siempre. ¡Más Alvarista de pensamiento y de corazón que Uribe, tan solo el propio Alvaro Gómez!
Alvaro Uribe releyó los cuarenta y un libros publicados por Alvaro Gómez y se dedicó a interpretar la partitura de ese elaborado pensamiento nacional descrito en "Hoy en el pensamiento de AGH" (1968) y "Políticas para un país en desarrollo" (1973), pasando por "La revolución en América" (1958) hasta llegar a la propuesta que presentó como plataforma el Movimiento Primero Colombia, que es una reedición de "La posibilidad de hacer política limpia: una democracia sin partidos"(1995). El "Ideario", "Posiciones políticas", los "Temas cardinales" y "La calidad de la vida", sumadas a aquella profética conferencia de construir un Acuerdo sobre lo fundamental, pronunciada en 1989, constituyen la razón de ser del éxito de la política Uribista.
Los hombres sinembargo, gobiernan de la misma manera como siempre han vivido, al igual que los cirujanos operan de la misma manera como caminan. Genios de la palabra terminan convertidos en monumentales fiascos en la gestión¿Cómo olvidar el fracaso como Alcalde Mayor de Bogotá del elocuente Jorge Eliécer Gaitán? La melancólica, cobardona y humillante gestión de Pastrana Arango? ¿El populismo ramplón del hombre que permitió que se hiciera de todo a sus espaldas? O la melancólica indefinición del gobierno del Mandato Claro, que de claro tuvo muy poco y de mandato popular como lo había presupuestado en quince años de oposición su orquestador tuvo mucho menos?
¿Cómo habría sido un gobierno de Alvaro Gómez? No se estaría hablando de patria, de nación, de visiones proféticas y del pensamiento Bolivariano? No estaría igualmente dedicado a erradicar la guerrilla, el narcotráfico y rechazando el nacionalismo de izquierda tan de modo por estos días? Un hombre que soñaba con las muchedumbres y banderas del alegre Otto Morales Benitez, seguramente que se habría dejado seducir por el mismo virus empalagoso del poder omnipresente e igualmente habría sucumbido ante la visión mesiánica de la democracia. El, al igual que Alvaro Uribe Vélez, se habría agazapado a la espera de que el populismo estripase su personalismo cuartelario contra la democracia venezolana, boliviana, ecuatoriana, argentina, paraguaya y hasta estadounidense, para erguirse una vez más como el último mohicano en defensa de sus viscerales convicciones de derecha, con la simulada oposición del neoizquierdismo que recorre América.
martes, 10 de febrero de 2009 0 comentarios

Introducing... Rubén González (1997)



"El más grande solista de piano que he escuchado en mi vida. Una mezcla cubana entre Thelonius Monk y Felix The Cat." (Ry Cooder)

"En marzo visité a Rubén (González) en su casa, más o menos a quince minutos del centro de La Habana. Al llegar, Rubén me sugirió que regresáramos a mi hotel para conversar. Me explicó que la electricidad siempre se va en esa parte de la ciudad a las seis de la tarde los lunes. Sin embargo, yo sospechaba otra cosa, que pude confirmar más tarde: Desde que su piano fue destruido por los comejenes años atrás, no ha podido tener otro". La existencia de un piano en el lobby del hotel donde se alojaba Nigel Williamson, autor de la nota del folleto informativo del disco, era la verdadera razón por la cual González prefería conversar lejos de su casa. "Rubén es un hombre que vive alerta de cualquier piano que pueda pedir por una hora o dos". Esto ocurría cuando, apenas hace unos poco años, el ahora famoso pianista cubano, estaba olvidado en su casa de La Habana, artrítico y con escasas posibilidades de practicar su arte. El álbum Introducing... Rubén González es el primero que éste graba como solista en más de cincuenta años de actividad profesional. Nació en 1919 en Santa Clara. Fue pianista de Arsenio Rodríguez en los años cuarenta en Cuba y más tarde trabajó con Enrique Jorrín. El disco, un instrumental de gran elegancia, se pasea por standards como Cumbanchero, Almendra, Siboney, Tres lindas cubanas... y tres composiciones del propio González. Este es uno de los discos de la trilogía (Buena Vista Social Club y Afro Cuban All Stars la completan) que marca un hito, a finales de siglo, en la música cubana de los años cincuenta, llevada, de la mano de World Circuit, y a través del talento de estos grandes músicos —que parecían condenados a morir en el olvido más absoluto—, a un inesperado éxito comercial. La simpatía y el talento de González se reflejan directamente en este disco. (Entrevista a Rubén González)(Fuente: http://www.anapapaya.com/)

El pianista cubano Rubén González ha vivido en medio de las grandes influencias musicales de este siglo, desde la aparición del son a la salsa y hasta el latin jazz y más. Nacido en 1919, González, ya retirado de su carrera profesional años antes de éste, su CD de debut, el disco fue grabado. Él resurgió en 1996 cuando Worl Circuit aterrizó en Cuba para grabar por varios días. Rubñen terminó realizando un emocionante lanzamiento. Este "improvisado" CD fue editado en un día, and su ágil ambientación brilla por sí sola. González interpreta un arcoiris de ritmos cubanos y logra profundas conversaciones con sus músicos: especialmente la percusión y la trompeta solista. --Andrew Bartlett

Siempre he pensado que quien quiera tener un buen referente de la mejor música del planeta debe pasar obligatoriamente por tres sedes: Cuba, Brasil y España. La primera de éstas, es tal vez el país con más talento musical por metro cuadrado en el mundo. Casi que los niños aprenden a tocar un instrumento a la par que aprenden a caminar. Éste fue el caso de Rubén González, que aprendió a tocar el piano en la Escuela de Cienfuegos, que quizó estudiar medicina, pero tuvo que abandonar la carrera por problemas económicos. Pudo haberse convertido en otro Rubinstein o un Liberace caribeño, pero optó por un lugar más honorífico: convertirse en toda una leyenda de la música cubana y pasar a la historia como uno de los más grandes pianistas del siglo XX.

El sonido de Rubén es exquisito y sus manos logran acariciar cada tecla, ocultando una artritis que le aquejaba hacía varios años. No dejo de disfrutar esa preciosa Melodía del Río que me recuerda los innumerables y agradables sabores que tiene el bolero, el magistral solo del Quiquiribu Mandinga, y lo rico que es imaginarme tomando un Cuba Libre con Tres Lindas Cubanas mientras paso por un viejo edificio donde se puede leer en letras grandes: EGREM. (spadelosoidos.blogspot.com)

Rubén González: piano
Orlando Cachaíto López: bajo
Manuel Guajiro Mirabal: trompeta
Amadito Valdés: timbales
Roberto García: bongó, güiro, campana
Carlos González: congas
Alberto Virgilio Valdés: maracas
Carlos Puisseaux: güiro
Richard Egües: flauta
Juan de Marcos González: coro
Manuel Puntillita Licea: coro
Antonio Maceo Rodríguez: coro

Lista de Canciones:

1. La Engañadora
2. Cumbanchero
3. Tres lindas cubanas
4. Melodía del Río
5. Mandinga
6. Siboney
7. Almendra
8. Tumbao
9. Como siento yo

Croniquillas

lunes, 2 de febrero de 2009 0 comentarios

UN BORBON TRAS LA HUELLA DE DON QUIJOTE


Aquella mañana radiante de 1998 el aeropuerto "Machángara" de Popayán, refulgía de vidriosas figuras que venían del pasado a su encuentro con el heredero del trono de España. Una resolana implacable establecía términos para aquella sufrida pléyade de venerables ancianos extraidos de refundidos oleos, obligados por razones protocolarias a esperar el saludo oficial y la recepción preparada por el entonces más jóven gobernador del país, César Negret Mosquera, de la orgullosa estirpe Popayaneya de "los matapalos". El Príncipe descendió de su avión, protegido por una discreta y eficaz escolta que formaba una estrella de David en su entorno, saludando al gabinete local con una calidez distante y una sonrisa breve, humanizada con comentarios cercanos sobre su viejo anhelo de regresar a una tierra que sentía cercana.
Durante las escasas veinticuatro horas de vértigo a que fue sometido, Su Alteza Real quien además de Príncipe de Asturias procedente del Reino de Castilla ostenta los títulos de Príncipe de Gerona, Duque de Montblanc, Conde de Cervera y Señor de Balaguer procedentes de los Reinos de la Corona de Aragón, así como el de Príncipe de Viana correspondiente al Reino de Navarra, recorrió viejas iglesias coloniales como la bellísima de San Francisco, reconstruidas con el apoyo de la Agencia de Cooperación Española, la Escuela Taller donde se restauraban oleos ancestrales y altares de filigrana quiteña; probó exóticos menjurjes de la orgullosa y folclórica gastronomía local como las empanadas de pipián, el helado de guayaba coronilla y por supuesto, recorrió los espaciosos, solitarios y evocadores corredores del viejo convento de los Franciscanos convertido en el colonial hotel Monasterio. Durante el banquete que le fuera ofrecido por el Alcalde Mayor, le fueron presentados los últimos herederos de la aristocracia criolla: Arboledas, Mosqueras, Zambranos, Ulloas, Valencias, Muñoz, Simmonds, Obandos y hasta Ordoñez. Las legiones de Arboledas y Mosqueras negros del litoral no estaban presentes. Tampoco fueron invitados Los Tombé, Tunubalá, Chicangana, ni los Ulchur. En representación de los Mina, Ararat, Viáfara, Lucumí, Carabali y Possú estuvo la brillante cabeza de Tobías Balanta, a quien el Príncipe observaba con educada curiosidad, quizó porque le recordaba la enhiesta figura de un guerrero Yoruba o Fauti de Burundi, paises donde España envía a su representante más distinguido.
Durante la visita al Museo Mosquera conoció los preservados rescoldos de Don Joaquín de Mosquera, aquel respetable Payanés que el 19 de marzo de 1812 firmara la Constitución de Cádiz ante el apresamiento del Rey Fernando VII, uno de sus antepasados Borbón, quien junto a su padre el exRey Carlos IV renunciaran al trono español aturdidos, obnuvilados y temerosos de la incontenible ambición imperial de Napoleón Bonaparte, al tiempo que se divertía con las anécdotas de uno de los herederos de aquel patriarca, el Gran General Tomás Cipriano de Mosquera, cuatro veces presidente de Colombia, aguerrido subversivo contra la corona de España quien a su vez se le apagó la vida en la cercana hacienda de Coconuco añorando el reconocimiento de sus títulos nobiliarios por parte de las Cortes Españolas. A cuatro cuadras de allí, preguntó por la historia de Camilo Torres, cuya enérgica estatua ubicaron frente al templo de San Francisco. Un académico explicó que mientras uno de los Mosquera defendía a muerte la corona, Torres estaba en Madrid entregando su Memorial de Agravios exigiendo una participación democrática de la representación suramericana, mientras Goethe publicaba su cuestionamiento de la validez moral de las costumbres sociales.
- Los popayanejos somos así, su Alteza. Españoles pero cerreros! -
El Príncipe sonreía y devolvía amables comentarios. Sinembargo, guardó silencio cuando la comitiva pasó frente a la residencia de los antepasados de don Manuel Mallo, aquel favorito de la reina de España, esposa de su tatarabuelo, aquel osado Príncipe de Asturias que se enfrentara al rey Carlos IV su padre y tras derrocarlo se convirtiera en el rey Fernando VII para gobernar entre 1808 y 1833, la terrible época de las rebeliones independentistas, que le significaron a España la pérdida de sus inagotables colonia en el Nuevo Mundo. Mas adelante, tras recibir condecoraciones en el Salón de los Espejos de la Gobernación del Cauca, divisó la estatua reflexiva de Francisco José de Caldas y el imperturbable historiador local se la explicó de la manera menos insolente que pudo encontar:
- Se trata de un joven coronel de Ingenieros a quien don Pablo Morillo hizo fusilar porque derritió unas campanas de iglesia para hacer cañones y además, porque España no necesitaba sabios, según le dijo a quienes pidieron clemencia por su vida -
Al comenzar la noche fantástica de la ciudad blanca, llena de faroles y siluetas coloniales, observando desde el balcón de sus aposentos conventuales creyó observar las recuas de mulas cargadas con los quintos reales de las minas de oro y esmeraldas Caucanas que curtidos encomenderos descargaban en las afueras de la Casa de Moneda para remitir a sus antepasados al otro lado del mar. Y sintió un dolor extraño en él. Una sensación de vacío que le impidió dormir, mientras añoraba aquellas épocas de "la cruz y de la espada, del ahumado candil y las pajuelas" que convirtieron a esta ciudad y a Cartagena en las muy nobles y leales joyas de la corona. Pero "lo triste es así", recordó que decìa el epígrafe escrito por el poeta Guillermo Valencia en el largo epitalamio publicado en el paraninfo de la Universidad del Cauca.
viernes, 16 de enero de 2009 1 comentarios

Charles Aznavour - Grandes Exitos en Español


¿Cómo surgió este pequeño gigante armenio con sus inmensos ojos de trashumante buhonero de mediados de siglo en la voluptuosa Paris de mediados de los sesenta? Cómo ha sobrevivido más de medio siglo, compartiendo los sueños de tres generaciones de románticos en un Paris que se derretía con los gorjeos de su pequeña ruiseñor Edith Piaf o la nasalidad clásica de barítonos incorregibles como Ives Montand, Gilberte Becaud o el clásico desparpajo de Jean Paul Belmondo?

Charles Aznavour ha tenido una virtud inusual en cantantes de tanta trayectoria. Ha permanecido fiel a una concepción de la existencia perfectamente descrita en sus canciones: los amores otoñales aparentemente imposibles porque no han terminado de ser posibles, el terrible drama de las relaciones asimétricas, incorregibles, con mujeres inevitablemente deliciosas pero inestables, como todas las jóvenes en todos los tiempos y en todas las culturas. Y en cada joya de estas pequeñas obras maestras se siente el paso de las décadas sin sorpresas: de pronto la orquesta interpreta una danza al mejor estilo de ballroom como acontece en "Formidable", "Con" y "Debes saber", cuando no se convierte en una precisa sinfónica que acompaña a un conmovido mensajero del adios en "Quien". ¿Acaso no hemos sentido vibrar nuestros genes mediterraneos, griegos, españoles o un desarraigado desorden y soledad interiores cuando escuchamos "La Mama"....que jamás. Jamás....nos dejará? Pero a veces, afortunadamente, Aznavour se aleja de sus frecuente apego por la fatalidad y vuelve a ser sentimental y soñador como lo fuera al comienzo en su inolvidable evocación de "Venecia sin tí", "Amo a Paris en el mes de mayo", "Iremos a Verona" o increiblemente moderno en el tema jazzeado "No sabré jamás", en el cual la orquesta es una verdadera fiesta que se prolonga en esa nasalidad inigualable de nuestro viejo amigo propiciador de romances y vivencias imperturbables al paso del tiempo.

Lista de Canciones:

1. La Mamma
2. Venecia sin ti

3. Tus dieciseis años

4. Buen Aniversario

5. Con

6. Debes saber

7. La bohemia

8. Isabel

9. Formidable

10. Te espero

11. Amo a Paris en el mes de mayo

12. Y por tanto

13. Se acabó, se terminó

14. Quién

15. Cuando no pueda más

16. Quédate

17. No sabré jamás

18. De quererte así

19. Yo te daré calor

20. Morir de amor

21. Iremos a Verona

22. Sarah

23. Eras muy bella

Croniquillas

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Joan Manuel Serrat - Mediterráneo (1971)



España en siglo y medio volvió a ocuparnos en cuerpo y alma. ¡Qué paradojas trae la vida! América venía del dolor del matricidio que significaron las guerras de independencia a lo largo del siglo XIX, en la cual despedazamos los tronos, cortamos a tajos el cordón umbilical que nos ataba a esa dependencia exótica de monarcas y principes. Y sin embargo, cada día, vagando por nuestras montañas y pueblos redescubríamos la grandeza de su gesta al trasladar su cultura llena de profundas contradicciones y valores, de desarraigos y pasiones, de voluntades y sentimientos inescrutables.

Ha bastado reconocernos en la gigantesca utopía de don Quijote, los sueños e idealismos de Becker, de Calderón de la Barca, de Félix Lope de Vega, la ternura de Juan Ramón Jimenez, la obscena algarabía de Quevedo, las espirituales confesiones de Santa Teresa de Jesus, la profética mirada de Menendez y Pelayo u Ortega y Gasset y luego esa elegía celestial que convocan los poemas de Machado, de Miguel Hernández, de García Lorca para terminar aceptando que en éste siglo y medio de libertad apenas hemos aprendido a descubrir lo que nos sigue atando a España. Su herencia volcánica hace erupciones intermitentes en nuestro ser y así hemos padecido sus guerras, sus dolores, sus triunfos y logros como si fueran nuestros. Así en el arte, en la pintura y ahora, en este maravilloso encuentro con la voz catalana de Serrat.

¿Quien puede esconderse al encanto musical de ese Mediterraneo tibio, otoñal, íntimo y multitudinario, poético y sensual, conque sobrevivimos a aquel inolvidable verano del 71? Nos conmovió el paso de las horas en su interminable Pueblo Blanco, que bien puede estar en la sierra peruana, en los andes Chilenos o en la campiña cundiboyacense de Colombia. ¿Cómo olvidar esa dolorosa ternura escondida en el padre Nicaraguense o Salvadoreño que recuerda a su hija un año después de su partida y que podría resumir el cúmulo de sentimientos ocultos en tantos viejos nuestros que ven partir en busca de sueños a sus hijas hacia España o USA? Serrat nos ha interpretado a cabalidad. Sus poemas cantados tienen la tersura de la seda, la grata, acogedora seducción de los vinos añejados en robles eternos. Es rebelde, auténtico, incondicionalmente juvenil, iconoclasta, libertario y nada le impide ser leal hasta para cuando nos recuerda los sublimes alaridos de amor que retratan los versos de Miguel Hernandez en "Las nanas de la cebolla" o el juguetón derecho a la libertad cuando se monta en El Carrusel del furo.


Lista de Canciones:

1. Mediterráneo
2. Aquellas Pequeñas Cosas
3. La Mujer Que Yo Quiero
4. Pueblo Blanco
5. Tío Alberto
6. Qué Va A Ser De Ti
7. Lucia
8. Vagabundear
9. Barquito De Papel
10. Vencidos

Croniquillas

martes, 13 de enero de 2009 0 comentarios

Klazz Brothers - Classic meets Cuba (Symphonic Salsa) (2005)







Imaginen ustedes a Johan Von Strauss descendiendo de un coche arrastrado por caballos que se detiene ante las blanquísimas, voluptuosas, incitantes playas de Varadero, bajo ese sol nítido, abrasador del caribe, sometido a los vaivenes de la brisa que le llega de un mar multicolor con todas las tonalidades imaginables del lapizlázuli hasta el aguamarina. Primero lanzaría lejos el sombrero de copa, el sacoleva sería inconcebible; la bufanda y las altas botas igualmente desechadas. Entonces su imaginación, sublimada por esa constelación indescriptible de la naturaleza, solo podría escribir notas en compases de dos por cuatro en los que se desatan las sensualidades del son y el bolero montuno, ya que solo al amanecer, junto a las palmeras y la cercana luna volvería a pensar en las tesituras reprimidas de sus valses originales.




Algo similar acontecería con el inquieto Wolfgang Amadeus, correteando feliz por las callejuelas de Trinidad o intrigado frente a las mágicas invocaciones de los babalaos de Guanabacoa. ¿Podría sobrevivir a ese embrujo tropical sin componer un alegre mambo? De Piotr Tchaikovsky cualquiera cosa podría esperarse y hasta del sentimentalmente volátil Johan Von Fiederich Chopin cambiando sus Polonesas por alegres camadas de Cubanas. Este duo de geniales compositores, enfundados en vistosas guayaberas, de vacaciones por el Caribe verían transformarse sus delicados valses junto a fantásticos lagos, en melodías más cercanas a la realidad de los sentimientos humanos que se viven en esta parte del Universo.




La creatividad de todos estos monstruos sagrados: Mendelsohn, Liszt, Bizet, y en especial del genial Juan Sebastián Bach, se rinde ante la fantasía de la naturaleza latinoamericana y se transforma en una cosmogonía melódica de dimensiones desconocidas. Los temas así expresados constituyen la respuesta a los interrogantes que siempre nos hicímos cuando escuchamos a los clásicos de los rítmos cubanos: ¿Qué diría cualquiera de los grandes maestros si supiera lo que hacemos con los violines, el piano, las trompetas y la batería? (spadelosoidos.blogspot.com)




Texto escrito por José Ramón Burgos Mosquera de http://www.croniquillas.blogspot.com/ para El Spa de los Oídos.






Lista de Canciones:



1. Cuban Sugar (P. Tschaikowsky, Nußknacker Suite Danse de la Fée Dragee)
2. Mambozart (W.A. Mozart, Sinfonie Nr. 40 g-Moll)
3. El cisne triste (P. Tschaikowsky/F. Chopin, Schwanensee, Trauermarsch)
4. Hochzeitsmarsch (F. Mendelssohn, Hochzeitsmarsch)
5. Salsa V (L. van Beethoven, Sinfonie Nr. 5 c-Moll)
6. Cuban Danube (J. Strauss, Jr., An der schönen blauen Donau)
7. Sueno d'amor (F. Liszt, Liebestraum)
8. Habanera en Habana (G. Bizet, Carmen Suite)
9. Kubanischer Tanz (J. Brahms, Ungarischer Tanz Nr. 5 g-Moll)
10. Der Mond ist aufgegangen (Volkslied)
11. Kubanischer Marsch (Mozart, Türkischer Marsch)
12. Salsaria (J.S.Bach, Air BWV 991 c-Moll)

Croniquillas
domingo, 11 de enero de 2009 7 comentarios

Orq. Serenata Tropical - Rumbas Solamente Rumbas (1967)



Mientras en Norteamérica la música del "Ragtime" daba tránsito a las más gratas expresiones del Jazz en todas sus múltiples cadencias y por otra parte aparecían las grandes Big Bands a la manera de Glen Miller y Don Costa, Latinoamérica abría los horizontes de la magia latina con expresiones únicas, rítmicas, contagiantes con orquestas de la majestuosidad de Machito, Xavier Cugat, Dámaso Pérez Prado, Beny Moré y otros, quienes hicieron la década del cincuenta memorable e inolvidable. Faltaba darle una categoría de iguales dimensiones al más latino de los ritmos: el bolero. Es cuando aparecen los grandes directores mejicanos, cubanos y diferentes orquestas, entre las cuales ocupan un lugar excepcional la Orquesta Serenata Tropical y Los Románticos de Cuba.

Durante los años sesenta, la Orquesta Serenata Tropical impuso su inmensa calidad interpretativa vistiendo de etiqueta "Rumbas solamente Rumbas" en dos volúmenes, "Boleros solamente Boleros", "Tangos solamente Tangos", "Tropical solamente Tropical", en fin: llenó la copa de los melómanos del mundo con una verdadera coctelera musical, donde los violines, los saxofones, el piano y las trompetas, terminan siendo conducidas con una exótica clave que guarda un delicioso sabor a trópico y a cálido encuentro con la felicidad. (spadelosoidos.blogspot.com)

Texto escrito por José Ramón Burgos Mosquera de http://www.croniquillas.blogspot.com/ para El Spa de los Oídos.

Lista de Canciones:

Vol. 1

1. Negra consentida
2. Para Vigo me voy
3. Cachita
4. Maria La O
5. El Manicero
6. Serenata
7. Lamento Borincano
8. Caravana (Caravan)
9. Vereda Tropical
10. Frenesí
11. Poinciana
12. Rumba del Principe Igor

Vol. 2

1. Aquellos ojos verdes
2. La novia
3. Las mañanitas
4. Nunca jamás
5. Cubanacan
6. Noches de musco
7. La violetera
8. Tres Palabras
9. Amapola
10. Begin the beguine
11. Tú me acostumbraste
12. Cuando calienta el sol
13. Las hojas muertas
14. Perfidia

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The Best of Bond... James Bond (2008)



Ian Fleming, un respetable caballero al servicio secreto de su Majestad, comenzó a ser conocido en el mundo después de aquel terrífico 22 de noviembre de 1963, cuando algún curioso cronista, refirió que en la mesa de noche del asesinado presidente Kennedy, se hallaba una colección de las obras que inmortalizaron al escritor inglés. No podría imaginar que estaba abriendo el cofre de Pandora de la cinematografía moderna, al iniciar la mítica cultura que rodea desde entonces a todo lo relacionado con "Bond. James Bond".

Fué Bond quien tuvo la osadía de poner a caminar con swing y cadencia únicas, épocas tan disímiles como las que representan Louis Armstrong, Shirley Bassey, John Barry, Sheena, Tina Turner, Matt Monro, Madonna, Nancy Sinatra, The Bee Gees, Paul Mc Cartney, Tom Jones, Gladys Night y Garbage.

De Bond heredamos esa frenética pasión por disfrutar lujos exhorbitantes, visitar sitios increibles, alcanzar mujeres inaccesibles, vivir aventuras fastuosas y el advenimiento de la última moda y tecnología, ya que él se adelantó varias décadas mostrándonos todos los artilugios que hoy hacen parte del diario vivir. Para los melómanos Mr Bond no fué menos espléndido: cada instante de la existencia tiene un ritmo y un sonido que lo hacen más brillante. De tal manera que Harry Saltzman y Albert S. Broccoli pueden descansar en paz. Ah...y John Barry y su orquesta, gracias por toda esa maravillosa sensación de plenitud que nos dejaron impresa en la imaginación. (spadelosoidos.blogspot.com)

Texto escrito por José Ramón Burgos Mosquera de http://www.croniquillas.blogspot.com/ para El Spa de los Oídos.


Lista de Canciones:

1. James Bond Theme - John Barry & His Orchestra
2. From Russia With Love - Matt Monro

3. Goldfinger - Shirley Bassey

4. Thunderball - Tom Jones

5. You Only Live Twice - Nancy Sinatra

6. On Her Majesty's Secret Service - John Barry & His Orchestra

7. We Have All The Time In The World - Louis Armstrong

8. Diamonds Are Forever - Shirley Bassey

9. Live And Let Die - Paul McCartney & Wings

10. The Man With The Golden Gun - Lulu

11. Nobody Does It Better - Carly Simon

12. Moonraker - Shirley Bassey

13. For Your Eyes Only - Sheena Easton

14. All Time High - Rita Coolidge

15. A View To A Kill - Duran Duran

16. The Living Daylights - A-Ha

17. License To Kill - Gladys Knight

18. Goldeneye - Tina Turner

19. Tommorow Never Dies - Sheryl Crow

20. Surrender - K.D. Lang

21.The World Is Not Enough - Garbage

22. Die Another Day - Madonna

23. You Know My Name - Chris Cornell

24. James Bond Theme - John Arnold

Croniquillas

jueves, 8 de enero de 2009 0 comentarios

LA SANGRE DE DAVID (FRAGMENTO II)



- Comprendo cuánto debió costarte disparar a un hombre por primera vez -dijo exhalando el humo del Kent.

- Fue como dispararme a mí mismo -respondió Remi tomándose el rostro con las manos.

Ocupaban las sillas de mimbre esparcidas en el corredor posterior de la quinta. Cerca de allí el rumor casi perdido de la quebrada, continuaba su rumbo rodeando los ramilletes de bambúes amarillos, refrescando la noche.

- Para mí fue como un alivio. Temía que el arma no hiciera fuego; que yo misma no fuera capaz de hacerla funcionar. Era una pistola Astra Cub de 6.35 mm con cachas de plástico de las fabricadas en Guernica y comprada por mi padre a algún turista vasco en Jerusalén. Los vascos, los eslavos y los árabes siempre nos hemos entendido. Somos solidarios, quizá porque nos reúne el mismo sino trágico de la existencia. Nos identifica además la misma tendencia absurda a dividirnos porque amamos tanto la libertad que terminamos convertidos en anarquistas por naturaleza. Y bien – continuó - En aquella época vivíamos en Lidda. A comienzos del año cincuenta. Hacía dos años de la guerra. Los judíos invadieron como langostas a Palestina. Llegaban de todas partes del mundo y en todo tipo de vehículos, preparando lo que después sería la más repugnante carnicería de nuestra gente. Mis padres habían perdido su pequeña parcela en las afueras de Lidda para dar paso a una de los incontables kibbutz de judíos, quienes comenzaron por cambiar el nombre de nuestra ciudad por el de Lod, como aparece hoy en los mapas de Israel; miles de nuestros refugiados que fueran desplazados a punta de fusil de sus tierras ya hacían parte de uno de los grupos de expatriados que clamaban venganza desde los campamentos en Jordania, Siria y Líbano. Para mis hermanos y para mí que entonces contaba con siete años de edad, era apenas un motivo de curiosidad el descubrir que nosotros permanecíamos en nuestra casa del centro y que el almacén de abarrotes de mi padre había sobrevivido a la hecatombe. Miles sucumbieron a los bombardeos o al desalojo violento que hacían los terroristas del Irgun israelí, el más cruel de todos los grupos terroristas que he conocido. Algunos sobrevivientes, aquellas pocas personas de Lidda que habían logrado a fuerza de súplicas o sobornos permanecer, así fuera temporalmente en sus hogares, nos miraban con recelo y en el fondo, con un odio explicable ante la frialdad con que mi padre permanecía en su negocio.

- Alguna noche, mientras dormía en el cuarto cercano a la tienda, me despertó una agria discusión en la cual mi padre era severamente enjuiciado por tres de sus antiguos amigos. Le gritaban cosas horribles como:

- “Sionista! Sionista! Has vendido tu sangre! Has traicionado a tu raza! Eres otro judío! Perro judío! Que Alá maldiga tu descendencia!”.

- Yo espiaba, aterrorizada, sin poder gritar. Observé como el miedo se apoderó de mi padre quien suplicaba que no lo mataran, que todo lo había hecho por sus hijos aún pequeños, que gustoso contribuiría en el financiamiento de la “riyad”. Pero los asesinos no esperaron a que terminara sus ruegos sino que le apuñalaron en el abdomen. Busqué bajo su almohada hasta descubrir la pistola que afortunadamente estaba cargada, pues aunque había observado como disparaba en varias oportunidades y sabía con certeza que debía bajar la palanquita del seguro y halar la corredera hacia atrás, aún me sentía incapaz de introducir el cargador en la recámara. Me subí hasta un asiento que permanecía junto al cajón del dinero desde donde mi padre dirigía sus ventas y chillé con todas las fuerzas que pude reunir:

- “Déjenlo!”

- Para ese entonces mi padre gemía moribundo y lo estaban levantando para robar el dinero que cargaba adherido a su piel. Me miraron con sorpresa y uno se dirigió hacia donde yo estaba, gritándome que le entregara el arma. Yo pedía con todas las fuerzas de mi alma que la pistola disparara…pero no fue hasta encontrarme con los ojos de rabia con que aquel hombre se me acercaba, que pude oprimir el gatillo! No me asustó el estruendo que hizo el disparo sino el grito que emitió al desplomarse herido de muerte, no sé en qué parte, porque al instante los demás huyeron sorprendidos por el resto de disparos que salían del arma sin control en mis manos… Mi padre murió unas pocas horas después en el hospital de Jerusalén y yo fui conducida hacia una tierra que aceptó ser mi nueva patria: un campamento de refugiados en la margen derecha del Jordán. De ello ya han transcurrido cerca de veintiocho años y como puedes ver el bautizo con que fui iniciada en la lucha no pudo ser peor. Así fue como crecí en esa ambivalencia: una secreta seducción y desprecio por las armas y un odio feroz por los judíos.

Leyla hizo una pausa. Se había agitado con los recuerdos. Un tenue brillo de sudor perlaba sus sienes. Había encendido un nuevo cigarrillo que aspiraba con fruición. Remi sirvió una cerveza para acompañar su relato, se hundió en la silla y siguió aquella confesión con serena complacencia, disfrutando a plenitud el puente de intimidad establecido entre ellos. Era una oportunidad inigualable de conocer la mujer que se escudaba con frecuencia tras los lentes ahumados, en la rigidez de su postura política y militar, y la intransigencia sólida con que mantenía la disciplina interna.

- Mi infancia estuvo oscilando entre la justicia de ese disparo, hecho para defender a mi padre, y el reconocimiento de su carácter reaccionario -_continuó Leyla-. Sin embargo, al recordar las redadas que efectuaban los soldados israelíes de Ben Gurion y aquella loba del desierto que fuera Golda Meir, su aparición repentina esculcando, destruyendo todo y amedrentando con sus fusiles a mis hermanos de raza, fue despertando en mí una clara conciencia de cuál sería mi destino final.

- Qué sucedió después? - inquirió Remi con genuino interés.

- Bueno, nos trasladamos a Gaza y conocí el mar. Pero lo primero que aprendí en el campo de refugiados, era que no tenía patria. Los niños en esos territorios crecemos mirando con rabia a nuestro derredor. Pese a la hospitalidad con que fuéramos recibidos, éramos unos extraños en nuestra propia tierra, y las personas que la ocupaban, aquella gente que en nombre de la justicia nos había echado, eran nuestros enemigos. Y los enemigos eran los judíos.. …

Había un aire de ilusiones infelices que a Remi se le antojaron barnizadas de aquel tufillo milonguero de los arrabales que exhalaban los tangos a los que era tan adicto. La sintió arrastrarse entre espinas, herida en el alma por el mundo de dolor y traiciones al que había sobrevivido. Y entonces comprendió por qué a Leyla le era tan difícil amar. Cuál era el peso de aquel fardo inasible que nada parecía importar al mundo. Sintió que una ternura sublime le erizaba la piel, pese a que era inevitable sentir, con cada palabra que pronunciaba, que tal vez jamás lograría ser el único dueño de su ser.

- El planeta jamás comprenderá cuántas infamias cometieron los judíos con nuestro pueblo. Cómo trataron de exterminar nuestra cultura; cómo intentaron doblegar nuestra dignidad y todo vestigio árabe que sobreviviera a su paso por nuestras casas y calles. Inventaban asaltos para justificar los bombardeos que siguieron haciendo hasta hoy, y el mundo occidental, presa del complejo de culpa que heredaron del fascismo y el nazismo, consumidor masivo de las noticias que ellos producen en sus UPI y demás agencias internacionales de noticias, sigue rindiendo culto a los débiles de siempre, los “mártires de la historia”!- El desalojo de los diez mil habitantes de Lidda en 1948, su destierro y el genocidio de miles de ellos, es uno entre los centenares de crímenes de lesa humanidad que ha cometido Israel contra nuestro pueblo. Deberías conocer las memorias de George Habash, quien nació allí y pudo ver con sus propios ojos esta ignominia y sin embargo han vendido al mundo la imagen de que es “el médico de la muerte”, por su postura indeclinable contra el sionismo!””

Leyla había subido el tono de voz. Parecía que de su interior brotaba un coro de danzas milenarias, de dátiles y flautas mágicas, incubadas con la fuerza del sol en las perdidas y lejanas dunas donde su resplandor y la arena tenían su propia lengua de fuego. Ahora, los finos rasgos de aquella cálida feminidad exhumaban un coraje que le hacía temblar la barbilla, humedecida por el sudor

- Durante mis estudios secundarios en Amman, ocurría que los estudiantes de origen palestino éramos vistos con igual desdén. Los árabes muy pronto olvidaron que tenemos un destino común, porque aquí y allá, los parientes pobres permanecíamos distanciados, hacinados en una especie de ghetto, hecho más para espiar nuestras actividades que para apoyar nuestra causa. Una turba de “alacranes”, -así los llamábamos- mantenía un ambiente hostil contra nosotros. Era una guerra subterránea que nos acosaba, haciéndonos la vida imposible. Mis hermanos eran militantes activos de un grupo proletario juvenil, que con los años se convertiría en Al Fatah, a pesar de que mi padre había logrado guardar una modesta fortuna en El Cairo, a la cual solo podríamos acceder con la mayoría de edad. Pero es que para nosotros, la lucha era y sigue siendo una necesidad vital, una guerra de liberación nacional!

- A finales de julio del cincuenta y uno se produjo el asesinato de Abdullah, padre de Hussein, y aquel grupo del cual hacían parte, fue de alguna manera involucrado en el atentado, ya te puedes imaginar por quiénes. Atartuk el mayor, fue asesinado por un comando militar, mientras participaba en aquellas reuniones que buscaban organizar la resistencia y dirigir los primeros brotes de insurgencia palestina contra la ocupación judía. Solo con los años los jordanos, y en cabeza del propio Hussein, comprendieron que a los únicos que podía beneficiar el asesinato de Abdullah era a los judíos…y claro a los americanos.

Repasaba en su memoria aquella historia triste y lacerante con un dejo de amargura inevitable. Su voz era un hilo, tensado a veces por los sentimientos infundidos, que unía los hechos en un tejido denso, hiriente, entrañable. De pronto el relato adquiría el tono histriónico de una perorata, cuando hacía mención a las injusticias soportadas, los éxitos aparentes, las derrotas reales. Entonces encendía un nuevo cigarrillo, miraba más allá de las sombras, hurgando en una soledad tan cercana como su propia soledad y dejaba que el sentido común, curtido por los años, mostrara sin sonrojos las cicatrices escondidas.

- Lo demás es historia reciente. Lo viviste en nuestro primer viaje a Beirut agregó-. La Universidad, la organización de la rama Libanesa de la OLP en mayo del sesenta y cuatro… mis primeros ingresos a la cárcel en Beirut por pedreas a la embajada americana… en fin… Estuve bastante desorientada política y militarmente hasta cuando conocí a George Habash, su esposa Hilda con quien formamos el FPLP en compañía de Waddied Haddad y un grupo de rebeldes ante la pusilanimidad de Arafat y su gente. Dejamos de botar corriente con el cuento de la República Árabe Unida, donde se encontraban los intereses más contradictorios e insólitos que te puedas imaginar y desde entonces nos declaramos marxistas leninistas. ¡Soñábamos con una guerra inmediata! Queríamos estar en la vanguardia de la recuperación de nuestra tierra! Y George canalizó toda nuestra impetuosidad dándonos el entrenamiento militar que pedíamos. La oportunidad de efectuar las primeras incursiones en territorio enemigo. “Jugábamos al héroe!!”-

Remi sonrió. Para un latinoamericano de hoy, las noticias de los genocidios colectivos, las masacres de pueblos enteros como Sabra y Chatila, las hecatombes en que sucumben centenares de seres distantes, apenas tienen un interés anecdótico. Y sonrió con amargura al comprender el enorme poder alienante de las noticias perdidas en la página internacional de los periódicos. Aquellos recuentos escuetos de un drama diario que centuplica el dolor de las penas locales. Unas angustias tan pequeñas comparadas con el dolor sin límites que padecía aquel pueblo hermano del otro lado del mar…

En su mirada brilló una vez más el resplandor de la amarilla turbulencia del Jordán, el río eterno de los semitas, tan exacta a la del río Palo, el pobre río de los camitas, cuando transita frente a Puerto Tejada, agonizantes ambos, envenenados por la misma infamante, apocalíptica contaminación; putrefactos, moribundos. Habitados por la misma clase explotada inmisericordemente por los judíos. Porque ahora ellos estaban aquí, utilizando todos los recursos a su alcance para alimentar el poder que esgrimían al otro extremo de la tierra.

- ¿Cómo pudimos demorarnos tanto en descubrirlo? –se escuchó preguntar sobresaltado- ¡Israel es un fenómeno colonialista; el colonialismo es un fenómeno imperialista!! –reafirmó- Demoré varios días con la idea en la cabeza, buscando cómo presentarlo a nuestro pueblo de manera que le fuera asequible! Y mira en lo que estamos!...

- No te extrañe. Yo misma, que he soportado toda la vida el peso del imperialismo judío, demoré treinta años en aceptar que la guerra contra Israel debía cambiar de escenario. Fuera de obtener las ventajas de la internacionalización logrando un apoyo efectivo en el resto del mundo, supe que jamás triunfaríamos si no golpeábamos a los sionistas en sus fuentes de abastecimiento dispersas en el mundo occidental y además arrebatarles la aureola de víctimas con que estampan su imagen en el mundo. Nosotros también amamos la vida! ¿No imaginan cuánto nos duele el sacrificio de uno de nuestros mártires, adolescentes aún, cuando se inmola para llamar la atención del mundo por nuestro derecho a una patria igualmente libre?... Por supuesto que cuando fuimos enviados a coordinar la lucha en el Frente sur de América, que parecía ser el menos difícil, no imaginábamos el impresionante poderío de las inversiones judías en cada país latinoamericano…Sabíamos que dominaban la economía de los Estados Unidos donde sería más difícil actuar. Pero fíjate, en Colombia su dominio se extiende del comercio a la Bolsa de valores, monopolizan el papel, las artes plásticas y tipográficas, incluyendo el mercado nacional de libros, la industria azucarera les pertenece, las fábricas de equipos electrónicos y los grandes hipermercados del sector de la construcción son de su propiedad, el contrabando de joyas, oro, esmeraldas…los derivados del petróleo y hasta el comercio clandestino de armas!!


- Y eso que no has mencionado los Fondos de Inversión, las Corporaciones de Ahorro y Vivienda, y hasta parte de Empresas Promotoras de Salud…mejor dicho, son los dueños de la especulación legalmente organizada! -masculló con rabia Remi.

Mientras continuaban haciendo el balance de sus propias convicciones se acercaba la hora crucial de abandonar el refugio para contactar con Farid y Addla, la instructora de base que hacía los estudios socioeconómicos en el norte del Cauca. Les esperaba la más dura prueba hasta entonces: desencadenar la primera invasión de tierras por más de ocho mil trabajadores de la industria azucarera en Puerto Tejada, el pueblo escogido por Dios para padecer la más degradante descomposición social en beneficio de los intereses de la Sociedad Hebrea, representada por Moshe Rabinovich. De las escaramuzas iniciales a la guerra frontal. Esa era la consigna!

 
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