viernes, 2 de mayo de 2008

HASTA QUE VUELVA UN VALLUNO A LA PRESIDENCIA





Pese a que el viejo Cauca Grande en política quedó convertido en un desierto de cenizas petrificadas donde no hay espacio para las conquistas del espíritu sino para las ligaduras de la devoción mecánica, pese a que tan solo quedan tizones de derrotas y humareda de orgullos, pese al tufo melancólico de los recuerdos y la taciturna embriaguez de los pequeños logros de ahora, el pasado siglo le perteneció al Cauca.

Todavía me parece escuchar el chasquido de placer con el cual los Payaneses celebran haber llevado al solio de Bolívar catorce presidentes en toda la historia de la república: nueve titulares y cinco encargados. Y nadie se sonroja porque en la lista aparezcan tres nacidos en Cali y Buga, porque desde entonces y sin remordimientos “el Valle era parte de la Provincia del Cauca, como lo fue después del Estado Soberano del Cauca y de nuestro departamento hasta 1.910”. Y es cierto. Los Caucanos no se equivocan. Fueron presidentes titulares en su orden: Joaquín Mariano Mosquera en 1.830; Tomás Cipriano de Mosquera 1845 a 1849, 1861 a 1864, 1866. José Hilario López 1849 a 1853; José María Obando 1853-1854; Manuel María Mallarino 1855-1857; Julián Trujillo 1878-1880; Carlos Holguín Mallarino 1888-1892; Manuel Sanclemente 1898-1900 y Guillermo León Valencia 1962-1966. Además ejercieron la Presidencia de la República en calidad de encargados Froilán Largacha (4 meses en 1863), Ezequiel Hurtado (4 meses en 1884), Eliseo Payan (5 y ½ meses entre 1887 y 1888, Euclides Angulo (1 mes en 1908) y Víctor Mosquera Chaux (8 días en 1981).

Sin embargo, el Valle generó de su tierra cuatro presidentes indiscutibles.

MANUEL MARIA MALLARINO, gallardo y prestigioso abogado cuyo talento y patriótico desempeño ha sido reconocido por todos los historiadores, gobernó entre 1855 y 1857 un barco que había soportado la tormenta de anarquía que se tomó el país ante la mediocre y paupérrima gestión de Obando. Precursor de una desusada decencia y una desconocida búsqueda del entendimiento Nacional, desarmó el espíritu filibustero que recorría el país sometido a los hervores de la inmadurez política y el olor a pólvora que envenenaba la sangre de nuestros caudillos.

MANUEL ANTONIO SANCLEMENTE nacido en Buga en 1814 y muerto en Villeta en 1902. Al igual que su antecesor abogado de la Universidad del Cauca fue electo Presidente cuando solo se debe ser abuelo, para el sexenio 1898-1904. Padeció como nadie los sinsabores del poder: la guerra de los mil días iniciada por el Liberalismo en octubre de 1899 y cuyo trágico final acompañado del desgarro de Panamá no alcanzó a vislumbrar.. La hiel del desengaño tocó a la puerta de su residencia de convaleciente en Villeta, de la mano del cobarde traidor elegido como vicepresidente, José Manuel Marroquín quien le dio golpe de Estado. Sanclemente, agonizó en silencio, cavilando, con sus ojos almendrados y opacos mirando el más allá, en la convicción de que algunos hombres tienen misiones y oficios más elevados que quitar la vida a sus semejantes y así mejor la muerte en olor de dignidad, tal vez con el pudor de los años, aunque lejos de los bosques y guaduales por donde se perdía el humo de los trapiches del Valle.

ELISEO PAYAN nacido en Cali en agosto de 1825 murió en la hacienda de la familia en las afueras de Buga en junio de 1895. Después de combatir en las guerras civiles de entonces por cerca de 45 años al lado de los Liberales y de haber ejercido la Presidencia del Estado Soberano del Cauca que era como el 30% de la Colombia actual, defendió con denuedo el gobierno Regenerador de Núñez, Conservador entonces, en 1895. Esto le permitió ser elegido Designado y encargarse de la Presidencia en dos oportunidades en 1887 y 1888. Pero su espíritu libertario lo perdió frente al criterio cerrado y la estirpe Calvinista que destilaba la reciente Constitución de Núñez, quien propició la ley que revocaba su investidura.

Por todo lo anterior, quien llena las mejores páginas de los Presidentes del Valle del Cauca es indudablemente JORGE HOLGUIN MALLARINO. Linajudo, aristócrata, pero con un carisma que difícilmente han heredado a migajas sus descendientes. Nació en Cali en 1848 y murió en la agitada neblina de la polémica Bogotá en marzo de 1928, aquel inolvidable año de los debates por la “masacre de la Bananeras”, cuando la ciudad tenía tranvía. Fue el primero y el último Presidente del siglo XX nacido en el Valle del Cauca. Hombre de excepcionales condiciones de quien se escribió: “no tuvo la ilustración de su hermano (Carlos Holguín, nacido en Nóvita Chocó quien gobernó entre 1888 y 1892) ni su elocuencia parlamentaria, ni fue tampoco un escritor tildado y elegante, ni un polemista de primera talla, pero aventajó a aquel en el conocimiento de los hombres y en lo que fuera su cualidad predominante: el buen humor..”

Con raras excepciones los Presidentes de Colombia posan de una solemnidad que carcome el más elemental sentido de espontaneidad y naturalidad. Viven sometidos a un idolátrico complejo megalomaníaco que los hace torpes, inauténticos, atorrantes y posesos de divinidad.

De Holguín en cambio, se cuentan anécdotas que han sobrevivido al tiempo, como aquella de sus años de Ministro, cuando le gritaban desde las barras del Congreso que explicara el origen de sus riquezas, lo retratan felizmente:

- “…Que cómo hice los pesos que poseo? Van a saberlo: yo tuve poco Colegio. Eso de los latines, de los artículos en los periódicos y de los discursos, es de mi hermano Carlos. Yo, ni sé latín, ni sé escribir en los periódicos, ni sé hacer discursos. Todo el talento se lo llevó mi hermano! Pero una cosa sí tengo. ¡Soy vivito para los negocios! Alguna cosa habría de tener..”

Y así, con ese desparpajo típicamente nuestro se encargó de la Presidencia de la Republica tres veces. Quizá porque en él las heridas de las campañas y la amargura de las guerras no dejaba cicatrices de rencor o porque comprendió que el ejercicio del poder no es una meta sino un aparejo de viaje en el camino de la vida de un hombre público.

(Publicado en OCCIDENTE abril de 1994)

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